martes, 3 de agosto de 2021

Diez microrrelatos magníficos

 1. El dinosaurio, de Augusto Monterroso

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

2. Un sueño, de Jorge Luis Borges

En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe, en caracteres que no comprendo, un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular...El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.

3. Final para un cuento fantástico, de I.A. Ireland

-¡Qué extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-.¡Qué puerta más pesada! La tocó, al hablar y se cerró de pronto, con un golpe.  -¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos! -A los dos no. A uno solo - dijo la muchacha.   Pasó a través de la puerta y desapareció.

4. Intermitencia, por Dennis Villanueva Díaz

Debido a la copiosa lluvia, por precaución, detuvo el automóvil en la intermitente luz amarilla y, entre lágrimas y cristales empañados, pensó si ya era hora de dejarlo o seguir sufriendo junto a él.

5. Desencuentro, por Dennis Villanueva Díaz 

Poco antes de cruzarse con aquel extraño, mientras caminaba por la estrecha acera, adivinó en su hermoso rostro que tampoco era feliz. Le sonrió, esperanzado. El extraño no le respondió. Desesperanzado, continuó su marcha. Nunca supo que el extraño se volvió a mirarlo, esperanzado.

6. Última oportunidad, de César Socorro Meza

Atravesando la vía, el felino recuerda que ha sido atropellado en seis ocasiones.

7. El drama del desencantado, de Gabriel García Márquez

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viviendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

8. E-mail, de Cuca Canals

http://www.AnayCarlosSeConocieronPorInternet.EstánAtrapadosEnEl@morhothothotmail.Fin//

9. Sueño de la mariposa, de Chuang Tzu

Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.

10. Mensaje, de Thomas Bailey Aldrich

Una mujer está sentada sola en la casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.



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