A lo largo
de su formación académica, los estudiantes han sido expuestos a muchos trabajos
de redacción sobre diversos temas. Los textos narrativos, las reseñas, las
críticas, las investigaciones literarias, científicas y los ensayos son algunos
de estos. Escribir para exponer, describir o argumentar sobre algún tema,
representa un reto o desafío académico para muchos. No se trata de escribir por
escribir, cada trabajo de redacción posee un formato y características particulares.
El ensayo es un género literario escrito en prosa mediante el cual se trata un
tema mediante la exposición de ideas, el análisis, la interpretación o la
evaluación. Cuando se escribe un ensayo se utiliza un tono formal, organizado y
con un lenguaje académicamente apropiado. A
continuación los pasos para elaborar un ensayo.
Recuerda
que un ensayo consta de tres partes fundamentales: introducción, desarrollo y
conclusión.
La parte
más extensa de tu ensayo será el desarrollo. Cada uno de los aspectos relacionados
con la tesis debe ser fundamentado con buenos argumentos, en párrafos diferentes
y utilizando conectores lógicos para entrelazarlos. Debes tener un excelente
manejo de la lógica y organizar las ideas según su importancia; de menor a
mayor relevancia. Aunque existen diferentes estilos de ensayo, la realidad es
que en el ensayo académico prevalece la exposición. Una vez finalices el ensayo
debes revisar algunos aspectos importantes. Enfócate en el contenido y la
organización, teniendo en cuenta el propósito y la cohesión entre cada una de
las partes. Coteja los aspectos gramaticales y ortográficos. El texto del
ensayo debe ser coherente, claro y libre de errores. Utiliza un vocabulario
formal y académico. Los siguientes pasos te pueden ayudar en tu revisión final.
Luego de
revisar y editar el texto, haz los cambios correspondientes y reescribe la
versión final del ensayo. Si quieres mejorar tus destrezas en la escritura de
ensayos tienes que leer muchos ensayos. Observa, en cada uno de ellos, los
diferentes estilos que utiliza cada ensayista y practícalos hasta que
encuentres el propio. Presta atención al vocabulario, las construcciones
oracionales y los métodos de organización. La clave está en leer mucho y
escribir mucho.
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